En nuestro anterior artículo LA POSESION SÍ SIRVE PARA GANAR PARTIDOS
pusimos en relación los datos de victorias, empates y derrotas con los de la posesión de balón, dividiendo estos en 4 rangos: 60% o mas, entre 50-60, entre 40-50 y 40% o menos.
Como grupo de estudio tomábamos la Champions League, un torneo donde se combinan liguillas y eliminatorias y que es disputado por 32 equipos de decenas de países distintos y de diferentes niveles de calidad.
Las conclusiones principales de aquel estudio eran que, en general, había una deriva ligeramente positiva en favor de la posesión, pero que esta era más debil cuando la superioridad en la posesión no era muy clara (es decir, superior al 60%) y especialmente en la fase de eliminatorias donde los datos para un partido estaban condicionados y relacionados con el siguiente.
En el presente nos vamos a limitar a realizar un modesto metaanálisis, es decir, ampliar el universo muestral con datos comparables y equivalentes que refuercen las conclusiones y disminuyan el margen de error. Para ello nos vamos a centrar de momento en los datos de los partidos en fase de grupos pasando de este modo de los 48 partidos registrados el año pasado a los 96 de la suma de ambos: En total 384 parejas de datos resultado-posesión:
+60% | 50-60% | 40-50% | -40% | ||
VICTORIA | 49 | 48 | 31 | 19 | |
DERROTA | 19 | 31 | 48 | 49 | |
EMPATE | 22 | 23 | 23 | 22 |
Datos a destacar.
-Las probabilidades de victoria una vez que se pasa del 60% de posesión es del 54% y las de derrota del 24%. Es decir que a altas cifras de posesión las probabilidades de victoria se duplican, exactamente 2.25 a 1.
-Las probabilidades de victoria cuando se supera en posesión al rival pero no lo suficiente como para llegar al 60%, son del 47%, frente a un 22.5%. En este caso la proporción es de 2.09 a 1.
-Cuando se producen empates, es irrelevante el dato de la posesión. En contra de lo que pueda intuirse de lo anterior, los equipos que empatan no suelen estar igualados o próximos en la posesión, sino que cualquier combinación es posible en el caso de que ambos equipos marquen el mismo número de goles. O lo que es lo mismo, pase lo que pase, se empatarán en torno a un 23% de partidos.
-Por tanto, tener más posesión implica, en general un 50.5% de victoria, un 26.0% de empates y un 23.4% de derrota.
-Las probabilidades de victoria se incrementan un 63% cuando se pasa de tener menos del 40% de posesión a tener entre 40-50 y a su vez se incrementa en un 55% al pasar de 50 y sólo un 2% al pasar de 60. Se detecta por tanto un rendimiento marginal decreciente. Sin embargo, las posibilidades de empatar o perder una vez pasado ese 60% caen a 46% frente a 53% en el tramo anterior. Es decir, que la probabilidad de obtener un resultado positivo se incrementa con mucha más posesión; de hecho entre 50-60, el 57% de los resultados no positivos son derrotas pero a partir de 60 es más probable empatar que perder.
-Cuando se disfruta de posesión de 50-60, las posibilidades entre victoria y derrota son 1.54 a 1. Cuando se pasa de 60 son 2.57 a 1.
CONCLUSIÓNES APLICADAS: BARÇA Y REAL MADRID
A la luz de todos estos datos podemos concluir que en el fútbol europeo actual, cuando nos movemos en competiciones ligueras, hacer lo posible por disfrutar del balón significa incrementar las posibilidades de victoria, si bien no hay grandes diferencias entre disfrutar posesiones amplias y posesiones muy altas. Si las hay de cara a la derrota, pues ir privando de balón al contrario siempre reduce las posibilidades de derrota.
El ejemplo más visible lo tenemos en los dos grandes de nuestra liga.
-El Madrid va liderando la liga con una ventaja cómoda, con el mayor número de victorias y de goles, y ello a pesar de que en algunos partidos no disfruta de más posesión y en términos generales no suele necesitar llegar al 60% para dominar al contrario.
-El Barcelona en cambio, ha sufrido la mitad de derrotas y un 35% de goles menos
¿Que pasa con el resultado cuando ambos se enfrentan? Como invariablemente el Barcelona consigue dominar la pelota, la deriva de evitar la derrota con alta posesión (76%) acaba siendo más fuerte que las posibilidades de lograr victoria con poca o muy poca posesión (34%), por lo que no es de extrañar que mientras el Madrid no arrebate la bola al Barcelona, pierda o empate la mayoría de partidos.
¿Está justificado que Mourinho se centre más en que su equipo intente vencer con poca posesión que en quitar la pelota al contrario para dificultar la victoria? Sí, porque las posibilidades de que el equipo blanco domine a la posesión son muy bajas (a tenor de los resultados de otros equipos grandes en los últimos tres años), en cambio si multiplicamos ponderadamente las probabilidades de victoria con poca posesión y las multiplicamos por 3 puntos, y le sumamos las posibilidades de empate multiplicadas por 1 punto, resulta que la media a la que se aspira supera los 2 puntos. Si tenemos en cuenta que las posibilidades conjuntas rondan el 49%, el total da un reparto probable ligeramente superior a 1 punto por partido, es decir, una suma cero en lo que a beneficio-riesgo a largo plazo supone.
Dicho de otro modo, Mourinho no aspira a ganar la liga ganándole al Barça sino empatando con él y mejorando respecto al resto.
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