(Marca) La primera nómina de 2012 ha tocado el bolsillo de todos los españoles. La subida del IRPF está en boca de todos y los clubes de fútbol no son una excepción. Si el reparto de los derechos televisivos había abierto una brecha entre los clubes pequeños con los grandes, la nueva situación económica toca de lleno a los poderosos de la Liga de las Estrellas, ya que altera los presupuestos de unas arcas ya de por sí muy tocadas desde hace años.
El problemas llega a la hora de analizar los contratos de los jugadores y los acuerdos con ellos por ver si se negocia en bruto o en neto y quién se hace cargo de esas subidas. El 90% de los jugadores de Primera tienen una ficha por encima de los 300.000 euros, por lo que a partir de ahora tendrán que tributar un 7% más con respecto al año anterior. El 10% restante cobra entre los 175.000 y los 300.000 euros, por lo que la subida que tendrán que asumir es del 6%.
Algunos clubes de Primera hacen ya los contratos con los jugadores en bruto, por lo que los futbolistas se hacen cargo de esa subida, pero la gran mayoría tienen pactado su sueldo en neto, lo que supone un incremento salarial para las entidades este año de en torno a los 35 millones de euros. Los grandes son los más afectados por el nuevo marco.
Hay que tener en cuenta que las entidades deportivas son las que pagan directamente los impuestos. Luego, si es al jugador al que corresponde pagar el gravamen, se le descuenta de la ficha. En el caso de ser una negociación en neto, al futbolista no le afecta.
El Valencia, por ejemplo, es uno de los más perjudicados, ya que al club le supone un aumento cercano a los 3 millones de euros en las fichas. El Sevilla lo mismo. Deberá afrontar una subida similar el Atlético, con un presupuesto de 45 millones de euros en salarios, con lo que el incremento en el gasto para el club por los contratos de los jugadores que tienen pactado su salario en neto es de 4,2 kilos. Un balance que altera la contabilidad prevista para este ejercicio.
Sin duda alguna, los que más están sufriendo la nueva situación son el Real Madrid y el Barcelona. Aquí la sangría económica ha pillado por sorpresa a los dos poderosos de la Liga. Los dos conjuntos no se pueden permitir el descontento de sus jugadores, pero tendrán que hacer encaje de bolillos para cuadrar números. Azulgranas y blancos verán incrementados sus gastos en salarios entre 16 y 14 millones de euros por los 235 y 190 kilos, respectivamente, que destinan a las fichas de sus jugadores.
Así las cosas, con la nueva situación, cambia radicalmente el panorama a la hora de afrontar los nuevos contratos. Los clubes están alerta y la crisis les obliga a negociar a la baja con los jugadores, mientras que estos saben que no pueden tirar más de la cuerda y, en muchos casos, deberán ceder.
De hecho, ya saben que de pactar las mismas cantidades en una hipotética renovación, deberán cobrar menos para hacer frente a la subida de los impuestos, ya que las entidades cada vez se van a cerrar más a la hora de negociar en neto y empezarán a hacerlo en bruto para paliar la descompensación que la mayoría de los clubes van a tener en este 2012 con la subida del IRPF.
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