DOS PUNTOS DE VISTA
A la hora de afrontar el reparto de los derechos televisivos, hay dos enfoques utilizados para fundamentar un reparto como el actual o uno más paritario. El primero radica en justificar los ingresos que reciben Barça y Madrid en consonancia con su repercusión mediática. El segundo pone el énfasis en que es la competición la que genera ingresos no los clubes en sí.
Jaume Roures, diseñador de este reparto de los últimos años ha defendido esta estructura de reparto aduciendo que Barça y Madrid son equipos de un estatus especial y que sin ellos la liga se hundiría. Se recurre a un razonamiento circular por el cual se inyecta dinero en los grandes que incrementan sus distancias con el resto, y a consecuencia de esto va aumentando la expectación por los primeros en detrimento de los segundos, hasta que se llega a un punto en que la justificación de Roures acaba por ser cierta.
Las plataformas ofrecen en sus menús televisivos partidos del Barça o del Madrid como cebo para el abono de los espectadores cuando lo cierto es que, hasta no hace mucho, la mayoría de los aficionados veía un solo partido por semana, el de su equipo. Por tanto lo que se busca es incrementar el mercado televisivo a base de aficionarnos a todos a Barça o Madrid, y el dinero generado por este nuevo mercado va a parar, fundamentalmente a los dos gigantes. Sin embargo, la mayor parte de los aficionados lo siguen siendo de su equipo de toda la vida y aunque puedan disfrutar ocasionalmente con los triunfos de merengues y culés, sólo se le saltarán las lágrimas y estarán de bajona cuando sea su club, el de toda la vida, el que se quede fuera de una eliminatoria o descienda de categoría.
¿Es cierto que sólo Madrid y Barça generan ese dinero? En principio sí, es cierto que despiertan mucha más expectación y que logran vender muchas más camisetas, aunque como bien sabemos, los turistas compran las camisetas que están en las tiendas, no las que no están. Un ejemplo, mi ciudad: Sevilla tiene 700.000 habitantes, más otro medio millón en su corona metropolitana. La mayor parte de los aficionados nacidos en Sevilla están polarizados en torno a los dos clubes de la capital, y o son verdolagas o son palanganas. Ambos clubes, estando en segunda división a la vez, han llegado a sumar 55.000 abonados, y ha habido años (como por ejemplo la temporada 2005-2006), en que estando ambos en la zona media-alta de la tabla han alcanzado los 80.000 socios juntos. La cifra equivalente en Madrid debería ser más de 300.000 y en Barcelona al menos 250.000. Sin embargo un paseo por su casco histórico nos muestra que en todas las tiendas donde venden camisetas, se venden del Barcelona y del Madrid, y a veces también del Sevilla o del Betis, o de ambos, pero nunca de estos sin aquellos...
EL ANÁLISIS EN IGUALDAD DE CONDICIONES
Sí, se nos dice que es que son estos clubes los que generan la expectación, pero yo puedo recordar que en tiempos del Superdepor veía más camisetas del club gallego que del catalán: La repercusión la dan los triunfos, los triunfos los dan los presupuestos abultados y una parte muy significativa de estos provienen, se suponen, de la expectación....
Cuando en economía queremos hacer el análisis de un factor concreto de la oferta o la demanda, este se realiza a ceteris paribus, es decir, manteniendo constantes el resto de factores. Se nos puede decir que en el PPV Madrid y Barça sumaban muchos más pinchazos que el resto o que las promociones de “todas las jornadas uno del Barça o del Madrid” demuestran esto, pero no tenemos constancia de que el aficionado a un solo club pueda adquirir la suma de partidos de su equipo durante toda la temporada por 10-15 euros al mes. No, lo que tenemos es que en un pastel donde los dos gigantes son la guinda el resto puede ver a su equipo la mayoría de las veces. Otro ejemplo: Mi hermano. Sevillista de nacimiento, nunca ha demostrado el más mínimo interés por ver partidos de otros equipos, incluso se muestra tibio con la selección. Pues bien, por tal de ver el 70% de los partido del Sevilla, paga los 15 euros al mes de Gol TV, 6-7 de los cuales irán a parar, indefectiblemente, a Barça y Madrid, pese a que me consta que no ve más partidos de estos que cuando los emitían en abiertos.
Y he aquí donde encontramos la herramienta para hacer ese análisis ceteris paribus: Los partidos en abierto. Sólo cuando no hay barreras a la demanda esta se expresa en su plenitud, y el hecho de que la gente vea un partido en abierto significa que la expectación y el interés existe. Se nos podrá objetar que la cosa cambia a la hora de pagar y entonces habrá que recordar que los aficionados invierten más dinero en sus equipos cuando estos tienen más éxito deportivo. Otro ejemplo. En los años en que el Barcelona deambulaba como uno más, junto a Valencia, Sevilla, Villarreal, cuando sólo cobraba algo más del doble de ingresos que el club che, las gradas del Camp Nou mostraban casi la mitad de sus asientos vacíos. La temporada 2007-08 en que el equipo disputó la liga hasta el final, el promedio de asistencia fue de 67.000 espectadores, apenas el doble que los del Betis en segunda el año pasado (y eso que comparte afición con un club de su misma masa social y en un area metropolitana 4 veces menor) ¿cuántos espectadores asistirían a un Barça en la zona baja de la tabla? ¿Cuántos espectadores podría llegar a meter el Betis en su estadio si recibiera durante un lustro 135 millones de euros? ¿Y si el Barcelona recibiese 27 millones durante 5 años, mantendría su misma capacidad competitiva? No olvidemos que el club de la cantera gasta casi 250 millones en fichas, y que su presupuesto más allá de los derechos por televisión se queda en 270 millones...
Por tanto, siendo cierto, como veremos a continuación, que Madrid y Barcelona generan más interés que el resto, no es menos cierto que la mayor parte de ese interés extra depende de su superioridad deportiva, y que reforzar ésta tomando como justificación la que estos alcanzan gracias a ese mismo refuerzo, implicaría aceptar desde el principio que en una competición de 20 equipos, o sobran 2 o sobran 18. Cuando Del Nido se quejaba de que Madrid y Barca aplastaban a los demás con el dinero que entre todos reunían, no le faltaba parte de razón.
ALGUNOS EJEMPLOS ILUSTRATIVOS
Volvamos al análisis ceteris paribus ¿qué audiencias tendría una hipotética jornada en la que todos los partidos fuesen en abierto y en días y horarios distintos para que la gente pudiera escoger libremente?
Vamos a suponer, además, que en esa jornada hay clásico, de modo que todos los aficionados de Barça y Madrid se reúnen en un único partido, de esta manera podemos desactivar el contraargumento de que en las cifras de audiencias globales de los equipos contribuyen los dos grandes. Como ejemplo podemos tomar el último clásico emitido en abierto
-16 Abril 2011: Real Madrid-Barcelona, 8.8 millones de espectadores, 49.1% de share.
Y ahora vamos a encontrar ejemplos de partidos emitidos en abierto en los últimos años entre otros equipos:
-21 Mayo 2011: Real Sociedad-Getafe, 2.6 millones, 17.1% de share.
-9 Enero 2010: Villarreal-Almería, 1.7 millones, 9.4%
-23 Enero 2010: Deportivo-Athletic, 2.0 millones, 11.7%
-3 Octubre 2009: At. Madrid-Zaragoza, 2.1 millones, 14.4%
Aquí vemos que entre estos 8 equipos en anodinas jornadas ligueras (no hay derbis ni partidos de máxima rivalidad), han sumado prácticamente la misma audiencia que los dos grandes (y eso que algunos no fueron en horario de prime-time), sin embargo la suma de derechos por televisión de todos ellos juntos, no llegan ni al 60% de la suma de los dos grandes. En esa lista faltan otros 10 equipos, entre ellos el Betis.
Otro ejemplo: La Final de Copa. Misma competición, ambos partidos en abierto, en las mismas fechas, mismo día de la semana y a la misma hora:
-Final 2011: Real Madrid-Barcelona, 11.5millones, 60.4% de share
-Final 2010: Atlético-Sevilla, 8.3 millones, 42.4% de share
-Final 2009: Athletic-Barcelona, 10.4 millones, 48.0% de share.
es decir, que dos equipos que entre ambos suman el 25% de los derechos de los dos grandes, son capaces de congregar a un 70% de espectadores y la diferencia entre una final de máxima tensión (2011) y otra más desequilibrada (2009) donde una de las dos incógnitas de la ecuación se vuelve constante es de apenas un millón de espectadores y un 12% de share...
Si extendemos el ejemplo más allá de la final (que puede despertar la expectación de los aficionados de todos los clubes), encontramos estos dos ejemplos:
-Copa 2011: Semifinales, Barcelona-Almería
Ida, 4.9 millones, 24.0% share
Vuelta, 3.6 millones, 22.3% share
-Copa 2011: Cuartos de Final, Barcelona-Betis
Ida, 5.9 millones, 28.7% share
Vuelta, 5.3 millones, 26.5% share
A pesar de ser una ronda anterior, la eliminatoria del Betis tuvo 1.0 y 1.7 millones más de espectadores que la del Almería, y eso que en ambas rondas el partido de ida dejó la eliminatoria sentenciada; hemos de suponer que se deba a la diferencia de aficionados de ambos clubes andaluces.
Si supusiésemos que el total de los 3.6 millones de espectadores de la vuelta de semifinales son todos culés, veríamos que la proporción es sólo 2.1 veces mayor que la diferencia de interés que proporcionaba el Betis una ronda anterior. Sin embargo el Betis no ingresa 2.1 veces menos.
Vayamos a otra competición, la Champions:
-Vuelta de Cuartos de final 2007: Valencia-Chelsea, 6.3 millones, 37.6% de share
-Vuelta de Semifinales 2009: Chelsea-Barcelona, 8.3 millones, 46.1%
Ignoramos cuántos aficionados del Chelsea habrá en España, pero vemos como en una ronda anterior, el Valencia consigue alcanzar el 76% de la audiencia (81% del share) de un Barcelona que le cuadruplica en derechos televisivos. Vayamos más al extremo:
-Semifinales de Champions 2011, Real Madrid-Barcelona:
Ida: 12.5 millones, 63.6% de share
Vuelta: 14.1 millones, 66.9% de share
-Octavos de Final 2011, Schalke04-Valencia
Ida: 4.5 millones, 24.3% share
Vuelta: 5.8 millones, 29.3% share.
Igualmente ignoramos cuántos aficionados al Schalke pueden residir en España, pero llama la atención que dos clubes que juntos suman 8 veces más derechos televisivos que el Valencia, sean incapaces de triplicar su audiencia en una semifinal de máxima tensión frente a una eliminatoria dos rondas anterior.
CONCLUSIÓN
Podemos decir, que es lógico que Real Madrid y Barcelona acaparen más derechos por televisión, pero que a tenor de estos ejemplos extraídos de liga, champions y copa, no se justifican por audiencia más que una ventaja de 30-40% respecto a equipos como Sevilla, Atlético o Valencia, acaso el doble frente a equipos de la zona media de la tabla y no más de 3-4 veces las de los equipos de abajo.
Nunca hubo tanto desequilibrio en la liga, porque nunca hubo tanto desequilibrio en el reparto de derechos. Que Madrid y Barça hayan ganado la mitad de las ligas disputadas desde sus inicios, demuestra que no necesitaban ese desequilibrio para predominar en la liga, y el hecho de que ambos sean los dos principales candidatos a ganar la Champions (cuando España no posee ni más población, ni mayor número de federados, ni mayor mercado televisivo) recuerda a aquellos años en los que los equipos punteros de dos países dictatoriales, Benfica y Madrid, se repartían el dominio de Europa porque lograban concentrar en sus capitales buena parte de los recursos deportivos del país entero.
Quizás convenga recordar, cómo se llegó a esta situación:
http://futbolisticametrica.blogspot.com/2011/03/la-avaricia-cule-y-la-decadencia-del.html
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