Brilló Touré, Piqué volvió a ser 'Piquenbauer', Messi siguió al ritmo de siempre y, en definitiva, la máquina blaugrana funcionó al nivel esperado para no pasar apuro alguno contra el Stuttgart. Saliendo al ataque, como apuntó Guardiola en la previa, puso un cómodo 2-0 en el marcador en 20 minutos y dedicó el resto del partido a jugar, a divertirse, hasta el 4-0 final, obra de Bojan.
Las primeras ocasiones de peligro llegaron por la izquierda. Henry, en el primer minuto, ya obligó a Lehmann a rechazar a córner un fuerte disparo. Poco después, Pedro no acertó entre los tres palos, pero el juego blaugrana fue efectivo al inicio con una buena transición de la pelota.
No obstante, el peligro del Stuttgart estaba en las acciones aisladas y tuvo su oportunidad en un descuido blaugrana. Messi realizó su primer disparo en el minuto ocho, y en el doce inauguró el marcador.
Recibió el balón en la zona de tres cuartos de ataque, encaró y se marchó del rocoso Kuzmanovic y, cuando vio una muralla de tres hombres frente a él, cargó la pierna derecha y envió un misil imparable hacia la escuadra derecha de Lehmann, que nada pudo hacer.
El trigésimo gol del argentino en la temporada. Siguió el control del juego por parte del Barcelona, que quiso matar la eliminatoria cuanto antes. Con este objetivo en mente, Messi cogió la batuta y, esta vez, con el traje de asistente colocó un pase bombeado entre líneas para Touré que, entrando desde la izquierda, le dio el pase de gol de primeras a Pedro, que convirtió el segundo.
Touré Yaya, que últimamente no gozaba de mucho protagonismo en el partido, se reivindicó por completo. Jugó 'de Xavi', ausencia de última hora, y partiendo quizá de unos metros más atrás llegó en varias ocasiones al área de Lehmann. Como extremo izquierdo, por el centro, haciendo uso siempre de su potencia física, se atrevió incluso a dar el último pase entre líneas a sus compañeros en punta.
Fue, pues, una primera parte en la que se igualó o incluso mejoró el juego de los segundos 45 minutos contra el Valencia. Los alemanes, incluso con el 2-0 en contra, fueron incapaces de cambiar el juego y morder más arriba al Barça, que con el control del balón no pudo estar más cómodo sobre el terreno de juego.
Tras la reanudación, el juego fue más lento y dominado por completo por el Barcelona. Ante la inexistente presión del Stuttgart, el Barça puso la pausa y el control, pero sin renunciar al ataque. Touré tuvo el tercero en sus botas, en la enésima llegada del marfileño al área, pero el disparo se fue rozando el palo.
Fue Messi, no obstante, quien quiso continuar sus efemérides con el Barcelona. Culminó una buena jugada colectiva con un gesto de calidad al revolverse sobre sí mismo y batir a Lehmann, sin visibilidad. Con el segundo gol de la noche para el argentino, éste se convirtió en el segundo máximo artillero blaugrana en Copa de Europa, con 21 goles, y está a cuatro de Rivaldo, con 25.
Poco después, casi consiguió el tercero de la noche de cabeza en un centro largo de Alves. La mala noticia fue la lesión de Sergio Busquets, que pidió el cambio por unas molestias musculares.
La verdad es que el resto fue positivo, con la recuperación futbolística de aquellos miembros de la plantilla que estaban un poco bajos de forma, y sobre todo de un estilo que recordó mucho al que llevó al Barcelona a ganar todo la temporada pasada. Como colofón, Bojan se reencontró con el gol nada más salir al campo, culminando un contraataque con acierto.
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