LA NARRATIVIDAD EN LA CRÍTICA FUTBOLÍSTICA
A todos nos ha pasado, que cuando observamos a un futbolista realizando su labor habitual, se nos viene a la mente los escogidos adjetivos con que solemos clasificarlo. También nos suele pasar que cuando escuchamos a un periodista con el que estamos familiarizado caemos en la cuenta de que esa experiencia propia no es única y que es trasladada por los profesionales tal y como haríamos nosotros si estuviésemos en la tesitura.
Y suele pasar, además, que cuando escuchamos a los mismos periodistas, o leemos los mismos medios, hablar de nuestro equipo favorito, o de aquellos jugadores a los que seguimos de manera más habitual, los mismos adjetivos se repiten una y otra vez, y en ocasiones algunos de ellos acabamos por adoptarlos sin darnos cuenta.
En nuestro anterior artículo DI MARÍA SIGUE PROGRESANDO advertíamos sobre los sesgos cognitivos cuando tenemos que atender fenómenos múltiples y simultáneos como suele suceder cuando vemos un partido de fútbol. Si a esos inevitables sesgos añadimos la narratividad, entonces surge el prejuicio que se asienta con fuerza y cuya inercia exige una serie de acontecimientos fuera de lo normal para desterrarlo.
Ahora hablemos de la normalidad. La mayoría de fenómenos naturales donde varias causas coadyuvan para que emerja una consecuencia suelen comportarse como lo que en estadística se llama una distribución normal: http://es.wikipedia.org/wiki/Distribuci%C3%B3n_normal
que icónicamente asociamos a la imagen de la "curva de campana característica".
ÖZIL EL IRREGULAR
No hay adjetivo que se le aplique más al jugador alemán del Real Madrid que éste. Seguramente a la mayoría de espectadores que ven los partidos del club blanco les defrauda que un jugador que a veces parece omnipresente en otras ocasiones se muestre poco decisivo, casi prescindible. Sin embargo frente a este crítica hay que anteponer de principio dos observaciones importantes.
La primera es que en el fútbol la regularidad es una quimera antinatural. Cambia el terreno de juego, cambian los rivales, cambian los sistemas de juego, los sucesos que condicionan el partido... incluso repitiendo el once, las circunstancias de cada jugador cambia.
La segunda es que en el caso de Özil, el baremo que se suele utilizar para juzgar su regularidad o irregularidad está relacionada con su capacidad para ser decisivo, cuando precisamente alcanzar esa condición resulta difícil y forzosamente esquivo. Por no hablar de que las características de su juego necesitan el concurso del resto del equipo, y lo mismo en partidos no muy inspirado acaba por cuajar grandes actuaciones gracias al comportamiento de sus compañeros, y en otras habiendo hecho una labor meritoria su apariencia queda deslucida por los fallos ajenos. Sus mejores características, el control, el pase, la apertura de espacios, no siempre riman con las de su equipo, acostumbrado a doblegar rivales a base de incrementar el ritmo de juego. En esas condiciones es lógico que el jugador se muestre como irregular, pero... ¿realmente lo es?
ALGUNAS CIFRAS SOBRE SU JUEGO
Hemos reunido cuatro datos que probablemente sean os más significativos para un jugador como Özil y en particular para medir la regularidad de su rendimiento. Contabilizamos intervenciones en Liga y Champions.
ASISTENCIAS DE GOL
En la presente temporada lleva repartidas 17 asistencias, con un promedio de 0.44 para los partidos de titular y 0.40 para los de suplente (promediado 0.48). De esas 17 asistencias, 3 las dio en un partido, 2 en otra y el resto en aportaciones únicas en otros 12, siendo 25 los partidos en los que no ha asistido. Es decir, que reparte asistencias el 36% de las veces que juega.
ASISTENCIAS DE DISPARO
Hasta el momento presente lleva acumulados 112 pases de disparos, con un promedio de 3.00 por partido titular y 2.00 para suplente (promediado 3.18). Sólo en 3 ocasiones no las proporcionó y en 2 de ellas salió como suplente. Hasta en 25 ocasiones la cifra de pases osciló entre 2 y 4 por partido.
PORCENTAJE DE ACIERTO EN EL PASE
Su tasa de eficiencia en el pase es del 86.6%, bastante alta para un jugador de su posición, de hecho es el 5º entre los jugadores que no son del Barcelona. Su día más aciago obtuvo un 67% aunque en una ocasión alcanzó el 98%.
NÚMERO DE TOQUES DE BALÓN (PASES, DISPAROS, ETC)
Quizás sea este el dato que mas información proporcione acerca de su regularidad, con el hecho de que "aparezca" o no. Su promedio es de 68.1 cuando juega de titular y 33.2 cuando lo hace de suplente (promediado 70.4). Aquí se observa una gran variación entre su peor marca como titular (40), y la mejor (103), aunque no dejan de estar ambas a la misma distancia de su promedio habitual.
ANÁLISIS ESTADÍSTICO DE SUS DATOS
Volvamos a la distribución normal y a las medidas de dispersión estadística, en especial la desviación estándar, que sirve para medir hasta que punto un conjunto de datos acusan una gran irregularidad en referencia a sus promedios. En el caso de la distribución normal, el ámbito +sigma/-sigma, es decir el rango por valor de la desviación estándar a ambos lados de la media, agrupa más de las dos terceras partes de todos los datos, en torno a un tercio a cada lado.
Si Özil es un jugador irregular, más de un tercio de sus actuaciones estarán más allá de la desviación estándar respecto a su promedio. Dicho de manera más simplificadora, será irregular si muchas de sus intervenciones (más de un tercio), están muy por encima o muy por debajo de su promedio.
ASISTENCIAS DE GOL
Siendo este un dato un poco errático, hemos decidido agruparlo de 10 en 10 partidos para calcular las distintas medias y calcular la dispersión de ésta. Pues bien los diferentes promedios son de 0.47, 0.24, 0.70 y 0.43. El rango de "normalidad" estaría entre 0.32-0.54, por lo que sólo en la mitad de los rangos su contribución ha sido constante.
Pero ya sabemos como es el futbol; unas veces se marca y otras no y unas veces se asiste y otras no. La información hallada aquí es interesante pero poco descriptiva
ASISTENCIAS DE DISPARO
Al ser un universo muestral más abundante, aquí las conclusiones pueden ser más validas. En este caso los promedios para cada rango son 2.94, 2.00, 3.70 y 3.57. Nuevamente se acusa mayor variación en los intermedios, pero ya sólo nos movemos en un arco de entre
-33% y +23%. Si calculamos su desviación estándar, ésta resulta 0.67, es decir +-22.3% respecto al dato promedio de 3.18. Lo que vemos ahora es que 3 de los 4 datos de rango están entre 2.51 (3.18-0.67) y 3.85 (3.18+0.67). Es decir que su aportación en forma de pases de disparo es bastante constante y regular.
PORCENTAJE DE PASES BUENOS
En este caso ya tomamos los datos uno a uno. Lo que tenemos es que la desviación estándar es de +-7.7, es decir que la horquilla de normalidad ha de oscilar entre 78.9 y 94.3. Pues bien, de los 39 datos, 27 de ellos están en ese rango de normalidad. Dado que la proporción es del 69.2%, podemos decir que en lo que se refiere a la efectividad del pase, las actuaciones dispares de Özil entran dentro de lo "normal" y que por tanto a este respecto también es regular.
NÚMERO DE VECES QUE TOCA EL BALÓN
He aquí el dato que más variación muestra. Algo lógico dado que el Real Madrid lo mismo gana partidos con el 45% de posesión que los pierde con el 70%, lo cual indica que el equipo blanco es dúctil a ese respecto y que forzosamente sus jugadores han de estar condicionados por ello. Vayamos a los datos. Calculada la desviación estándar esta arroja un valor de +-18.5, lo que aplicado a la media de 70.4 toques por partido, implica que la actuación "normal" en este factor debería oscilar entre 51.9 y 88.9 pases por partido. Si hacemos el recuento vemos que en 26 de los 39 partidos (justamente los dos tercios), el jugador se halla en esta horquilla, pero es que si excluimos los 5 partidos en los que salió como suplente (y que por tanto no le dio tiempo a tocar el mismo número de veces), la proporción se eleva a 26 de 34, o sea más de las 3/4 partes.
La conclusión que sacamos es que desde un punto de vista científico, los datos de las participaciones de Mesut se ajustan plenamente a los de una distribución normal, y que por tanto podemos afirmar que no es tan irregular como dicen.
ANALIZANDO LOS "DÍAS EXTRAÑOS"
Con todo podemos ir más allá e intentar dar explicación a esos recuerdos del aficionado que un día "no lo vió", o le pareció poco destacado. Para ello vamos a combinar los dos primeros datos (asistencias de gol y de disparo) con los otros dos (acierto en el pase y número de balones tocados). Se trata de ver si cuando estuvo más en estos (fallón en el pase, poco participativo), también lo estuvo en los otros.
Primero el acierto de pase. El número de veces en que el jugador ha estado más allá de
-sigma, es decir, que estuvo más fallón de lo normal para un jugador de su promedio, o lo que es lo mismo, que su acierto en el pase estuvo por debajo de 78.9% fue de sólo 6 veces. En ellas dió 1 única asistencia (promedio de 0.16 frente a 0.48 habitual) y proporcionó 15 pases de disparo (promedio de 2.50 frente a 3.18). Es decir, que en la gran mayoría de partidos (casi el 85%), el jugador está proporcionalmente acertado en el pase y en los que no lo está su capacidad de asistir queda por debajo de lo normal, pero la de dar pases clave se queda a las puertas de la normalidad.
Ahora el número de balones tocados. Se trata de ver qué hizo cada vez que no llegó a los 51.9 balones (aquí sólo contabilizaremos los partidos como titular). Lo que tenemos en que sólo en 2 de 34 partidos, el jugador no cumplió con su dosis "normal" de balones tocados, pero mientras en uno de ellos sólo repartió un pase de disparo, en el otro dió 6, el doble de lo habitual, por lo que podemos concluir que en sí mismo este aspecto no arroja más información que la que dice que en 94% de los partidos como titular cumple con su rol tocador, y que aun cuando no lo hace logra promediar 3.50 pases de disparo frente a los 3.18 habituales.
Si queremos rizar el rizo, podríamos buscar si hay un sólo partido donde Mesut estuvo anormalmente bajo tanto en asistencias de gol, como de disparo, como de acierto en pase, como de balones tocados, pero lo cierto es que en ninguno de los 39 partidos se cumple la cuádruple condición para considerarlo un partido cláramente malo. El que más se le acerca fue el partido en Vallecas, donde el jugador no asistió de gol aunque sí dio los 3 pases de disparo de rigor, y tanto en porcentaje de pase (67%), como en número de balones tocados (49) estuvo bastante por debajo de lo que es habitual en él... y ese día Özil jugó el partido completo y su equipo ganó.
CONCLUSIÓN
Valorado en su conjunto Mesut es sin duda alguna uno de los mejores pasadores y asistidores de todo el fútbol europeo, un jugador especialmente creativo que logra, cuando se siente a gusto, que el equipo entero rinda a otro nivel.
Y este estudio demuestra que en la gran mayoría de partidos muestra unos rendimientos muy constantes y regulares que pasan inadvertidos a los rápidos ojos con los que los madridistas suelen ver las veloces jugadas de su equipo.
Paciencia.
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