Se considera a Frederick W. Taylor como el fundador de la teoría de costes, y la aplicación de su metodología a la industria, lo que se llamó Taylorismo, está en la base de la producción en serie. Taylor se dedicó a dividir los procesos productivos hasta la mínima expresión y comprobó que en cada fase de aquel había movimientos y modos de hacer que si se mejoraban, se ahorrarían pequeñas fracciones de tiempo y de recursos que en la suma de un proceso completo darían una ganancia de productividad notable.
Taylor publicó sus estudios en 1912 y sus hallazgos están en la base de la explosión de la industria fabril norteamericana en el primer tercio del siglo XX. El paso a la producción en serie se suele denominar Fordismo, en referencia a Henry Ford quien triunfó aplicando el taylorismo a la industria automovilística.
INFORMACIÓN CONTABLE: EFICACIA Y EFICIENCIA
La contabilidad es la ciencia que se dedica a calcular las cifras que genera el proceso productivo.
La contabilidad será eficaz cuando reúna la mayor cantidad de información de todos y cada uno de los aspectos de la producción, de modo que cualquier decisión adoptada teniendo como base dicha información se ajuste plenamente a la realidad.
Sin embargo la obtención de información genera en sí mismo un coste en personal, recursos y tiempo que hace que aun siendo eficaz no sea rentable, por lo que pierde sentido económico. Es por ello que en contabilidad se entiende que es preferible renunciar a una parte de la información a cambio de un menor coste (en personal, recursos y tiempo) en su generación. Nos encontramos así con una contabilidad eficiente, que se puede definir como aquella cuto coste es inferior al incremento del beneficio consecuencia de las decisiones adoptadas basándose en dicha información.
STANDARDS DE COSTE Y PRODUCCIÓN
El standard de coste es una unidad de medida que sirve para desmenuzar un proceso y analizar sus costes de la forma más analítica posible. Se expresan en unidades reales (tiempo, producción, unidades monetarias, etc) y para elaborarlos se precisa obtener información de todas y cada una de las secciones de la empresa.
Por ejemplo si en una fabrica de sillas tenemos un carpintero y un tapicero, necesitamos ir a la sección de carpintería para obtener el tiempo que el carpintero tarda en hacer la silla y después a la de tapicería para averiguar el tiempo que tarda el tapicero en tapizarla. Así podríamos definir un standard para el carpintero expresado en sillas/hora, y otro tanto para el tapicero, pudiendo utilizar esa información, por ejemplo, para calcular la plantilla necesaria para mantener la producción en marcha de manera permanente.
RATIOS DE COSTE Y PRODUCCIÓN
Sin embargo en ocasiones surgen preguntas sobre el proceso cuya respuesta no depende de una recopilación pasiva de información, sino que precisa crear una cifra abstracta basada en standards, a fín de poder establecer comparaciones entre diferentes secciones de la empresa. Es entonces cuando surge el ratio, que se basa en información ya recopilada y se expresa en cifras sin unidad de medida.
Supongamos que en lugar de turnos de 8 horas establecemos turnos de 4 horas para que los trabajadores se cansen menos. En el primer caso el carpintero hacía 4 sillas, pero en el segundo hace 2,2. Los standards arrojarían, 0,5 sillas/hora en el primer caso y 0,55 en el segundo. Con esta información ya generada el departamento de contabilidad puede presentar a la dirección un informe en el que se exprese que el incremento de productividad por reducir la duración de la jornada sería (0,55/0,50) –1 = 0,1, o lo que es lo mismo un aumento del 10%.
IMPORTANCIA DE LA CONTABILIDAD DE COSTES
Todas las grandes empresas que conocemos se afanan por recapitular miles y miles de datos sobre la producción, en recapitularlos y almacenarlos, en organizarlos en standards de muy diferente naturaleza y, en fin, en elaborar ratios útiles que ayuden a la toma de decisiones sobre la marcha.
La naturaleza de la contabilidad de costes, como ciencia estadística que es, es esencialmente inexacta, pero eficazmente representativa, como demuestra el gran éxito de las grandes empresas durante los últimos 120 años.
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